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lunes, 5 de septiembre de 2022

Tarta rellena de cheesecake de limón

Este verano hemos descansado mucho, organizado cenas con los amigos, reuniones familiares y como suele ser habitual, me he encargado de los postres y uno de ellos fue esta deliciosa tarta rellena con cheesecake de limón. Me encantan los postres de limón para el verano así que este es un postre perfecto para refrescarnos en esta época del año. Los ingredientes que vamos a necesitar son:


Comenzamos preparando el bizcocho y para ello batimos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, junto con el azúcar hasta que quede cremosa. Añadimos los huevos de uno en uno mientras continuamos batiendo. En otro bol tamizamos la harina junto con la levadura e incorporamos la mitad a la mezcla anterior. Una vez integrada añadimos el yogur y tras mezclarlo terminamos con el resto de la harina. Una vez batido incorporamos las dos cucharadas de zumo de limón junto con la ralladura. Repartimos en dos moldes engrasados de 16cm y los metemos en el horno precalentado a 160º durante una hora. Una vez cocinados los desmoldamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para el cheesecake comenzamos hidratando las hojas de gelatina en agua fría. Batimos por un lado el queso crema junto con el azúcar y el zumo de limón. Por otro lado montamos la nata y mezclamos ambas elaboraciones con movimientos envolventes. Calentamos la leche y diluimos la gelatina bien escurrida. La incorporamos a la mezcla y mezclaos de nuevo con movimientos envolventes para que no se nos baje mucho la elaboración. 

Para montar la tarta forramos el interior de un aro con acetato y ponemos una de las capas de bizcocho. rellenamos con 2/3 del cheesecake y  cubrimos con la otra capa de bizcocho, sin apretar mucho. Cubrimos con el resto del cheesecake y lo llevamos a la nevera al menos 6 horas aunque yo lo dejo toda la noche. Una vez desmoldado podemos decorarlo como más nos guste, yo, en esta ocasión lo he hecho con un poco de mousse de limón que tenía congelada.

lunes, 8 de febrero de 2021

Red velvet cheesecake

En casa siempre hemos celebrado San Valentín, pero no la razón que lo hace la mayoría. En casa había doble celebración, el santo de mi padre y el cumpleaños de mi hermana Zeneida. Es mi hermana pequeña así que intento hacerle para este día su tarta favorita, aunque en distintas versiones. El red velvet es lo que siempre elige así que este año me he decantado por hacerla en versión cheesecake. Para prepararlo vamos a necesitar:

Comenzamos tamizando la harina junto con el cacao y reservamos. Batimos el aceite con el azúcar y añadimos el huevo mientras batimos hasta conseguir una mezcla esponjosa. Incorporamos la vainilla y batimos. Añadimos el colorante al buttermilk y mezclamos para ver el color que nos quedará (si no vemos suficiente intensidad podemos añadir más colorante) Añadimos la mitad de la mezcla que tamizamos al principio y cuando esté integrada incorporamos el buttermilk. Terminamos con el resto de harina y cacao. 

Mezclamos el bicarbonato con el vinagre y lo vertemos en la masa. Mezclamos hasta integrarlo por completo. Vertemos la masa en un molde de 16cm engrasado y lo llevamos al horno precalentado a 180º para cocinarlos 30 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Dejamos atemperar sobre una rejilla 10 minutos antes de desmoldar para envolverlo en film trasparente y llevarlo a la nevera en caliente (así quedará más jugoso)

Para el relleno ponemos las hojas de gelatina a remojo en agua bien fría. Ponemos a calentar la nata junto el azúcar y removemos hasta que se disuelva. Retiramos del fuego, le añadimos las hojas de gelatina escurridas y batimos para que se disuelvan. Batimos el queso crema y le añadimos la mezcla de la nata, el azúcar y la gelatina. Batimos hasta que todos los ingredientes se mezclen y obtengamos un resultado cremoso. Colocamos la base de bizcocho en un molde, lo rellenamos con la crema y lo dejamos en la nevera al menos 8 horas antes de desmoldar la tarta para decorarla. 

lunes, 9 de septiembre de 2019

Cheesecake de frutos bosque


Después de casi un año de rehabilitación del tobillo por mi caída en China, por fin he recuperado prácticamente la totalidad de la movilidad del tobillo y me han dado el alta así que hay que celebrarlo por todo lo alto con este pedazo de cheesecake de frutos del bosque. Es una tarta preciosa y aunque es un poco laboriosa merece la pena el trabajo a la vista del resultado. Para prepararla vamos a necesitar:


Comenzamos preparando la base de la tarta y para ello trituramos las galletas junto con el azúcar y la canela y la mezclamos con la mantequilla derretida hasta conseguir que se mezclen todos los ingredientes. Lo volcamos en un molde desmoldable (el mío es de 16cm) y presionamos para que quede una capa lisa y compacta. Lo llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.


Ponemos a hidratar 3 hojas de gelatina en agua bien fría. Con ayuda de nuestra batidora mezclaremos el queso crema con el azúcar y la vainilla. Añadimos la nata líquida y seguimos batiendo hasta que monte y la masa espese. Repartimos la masa en tres partes iguales. A la primera parte le añadimos el puré de arándanos y moras y mezclamos bien hasta integrarlo. Derretimos las hojas de gelatina con un par de cucharadas de agua y le añadimos dos cucharadas de la mezcla para bajarle la temperatura antes de incorporarla al resto de la mezcla. Removemos bien y vertemos sobre la base de la tarta. La dejamos en la nevera media hora para que esté semicuajada antes de añadir la otra capa.


Para la segunda capa ponemos a remojo otras tres hojas de gelatina en agua bien fría. Añadimos a la masa del segundo bol el puré de frambuesas y mezclamos bien hasta integrarlo. Derretimos las hojas de gelatina con un par de cucharadas de agua y le añadimos dos cucharadas de la mezcla para bajarle la temperatura antes de incorporarla al resto de la mezcla. Removemos bien y vertemos sobre la primera copa de cheesecake con cuidado para que no se mezclen las capas. Volvemos a poner la tarta en la  nevera media hora antes de terminar con la última capa.


Para la última capa mezclamos la masa con el zumo de limón y repetimos el paso de la gelatina (hidratar, fundir y mezclar) batimos bien y vertemos sobre la capa de cheesecake de frambuesa. Como la tarta es pequeña pude hacer 6 vasitos de esta deliciosa cheesecake. Dejamos que la tarta cuaje por completo dejándola en la nevera de un día para otro. Desmoldamos la tarta al día siguiente y decoramos con frutos del bosque. Ya la tenemos lista.


lunes, 10 de junio de 2019

Cheesecake de speculoos


En casa nos gusta mucho la crema de speculoos así que siempre que tengo un bote de esta deliciosa crema en casa ideo algún postre en el que incorporarla. Esta cheesecake es muy fácil de hacer y está para chuparse los dedos así que anímate a prepararla. Los ingredientes que vamos a necesitar son:


Comenzamos preparando la base de la tarta y para ello calentamos la crema de speculoos unos segundos en el microondas y la mezclamos con las galletas trituradas. Vertemos en un molde desmontable de 18cm y presionamos con una cuchara para que quede lisa y compacta. Lo dejamos reposar en la nevera mientras prepararmos el relleno.


Para el relleno ponemos las hojas de gelatina a remojo en agua bien fría. Ponemos a calentar la nata junto con los dos tipos de azúcar y removemos hasta que se disuelvan. Incorporamos la crema de speculoos y removemos para incorporarla. Retiramos del fuego y le añadimos las hojas de gelatina escurridas y batimos para que se disuelvan. 


Batimos el queso crema y le añadimos la mezcla de la nata, el azúcar, la crema de speculoos y la gelatina. Batimos hasta que todos los ingredientes se mezclen y obtengamos un resultado cremoso. Lo vertemos en el molde y lo dejamos en la nevera al menos 8 horas antes de desmoldar la tarta para decorarla.


Para decorar la tarta calentamos tres cucharadas de crema de speculoos (yo he usado la variedad crunchy pero podemos usar la clásica) junto con tres cucharadas de nata y removemos para que nos quede una crema homogénea. Dejamos que la crema se atempere para que no quede muy líquida a la hora de decorar la tarta. Cubrimos la tarta con la crema y list. Ya podemos disfrutar de este delicioso cheesecake.


lunes, 4 de marzo de 2019

Triple cheesecake con chocolate y dulce de leche


Esta fue la tarta que hice las pasadas navidades y fue todo un éxito. La receta la vi en el Instagram del chef Bosquet y desde que la vi me quedé impresionada. Yo he cambiado algunos ingredientes y he variado las cantidades. Para preparar esta deliciosa tarta en un molde de 15cm vamos a necesitar:


Comenzamos preparando la base de la tarta y para ello trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida hasta conseguir un aspecto de arena mojada. cubrimos la basa del molde con un poco de mantequilla y papel de hornear y vertemos las migas de galleta. Presionamos con una cuchara o con los dedos hasta que quede uniformemente repartida y prensada. Lo dejamos en la nevera hasta que volvamos a necesitarla.


Comenzamos con la cheesecake de dulce de leche y para ello ponemos a remojo dos hojas de gelatina en agua fría. Batimos el dulce de leche con el queso crema y dividimos la mezcla en dos boles con la misma cantidad. Calentamos la mitad de la leche y diluimos en ella las dos hojas de gelatina bien escurridas. Vertemos en uno de los boles de queso crema y dulce de leche y mezclamos bien. Sacamos el molde de la nevera y volcamos el relleno del bol con la gelatina. Repartimos y alisamos y lo llevamos todo a la nevera al menos 1 hora para que la capa de cheesecake de dulce de leche cuaje.


Una vez esté la capa cuajada nos ponemos con la capa de cheesecake de chocolate con leche y para ello ponemos a remojo dos hojas de gelatina en agua fría y fundimos el chocolate con leche en el microondas. Batimos el chocolate fundido con el queso crema y dividimos la mezcla en dos boles con la misma cantidad. Calentamos la mitad de la leche y diluimos en ella las dos hojas de gelatina bien escurridas. Vertemos en uno de los boles y mezclamos bien. Sacamos el molde de la nevera y tras comprobar que la otra capa está bien cuajada volcamos el relleno del bol con la gelatina. Repartimos y alisamos y lo llevamos todo a la nevera otra hora para que cuaje.


Vamos ahora con la capa blanca, la de cheesecake y para ello ponemos a remojo dos hojas de gelatina en agua fría. Batimos la miel con el queso crema y dividimos la mezcla en dos boles con la misma cantidad. Calentamos la mitad de la leche y diluimos en ella las dos hojas de gelatina bien escurridas. Vertemos en uno de los boles y mezclamos bien. Sacamos el molde de la nevera y volcamos el relleno del bol con la gelatina. Repartimos y alisamos y lo llevamos todo a la nevera al menos 1 hora para que cuaje.


Ya tenemos tres capas así que para las otras tres volvemos a repetir el mismo proceso de cada capa de cheescake (simplemente tendremos que diluir las otras dos hojas de gelatina hidratadas en el resto de la leche caliente, mezclar y listo) Nos aseguraremos de dejar que pase el tiempo suficiente entre cada capa hasta que esté completamente cuajada. Para decorar la tarta, una vez que la capa superior está cuajada derretimos 50g de chocolate junto con 50g de nata para montar y lo vertemos en el molde. Lo dejamos en la nevera hasta que se endurezca y le añadimos chocolate negro picado y un buen chorro de dulce de leche. La tarta es sencilla aunque para que quede así de bonita da algo de trabajo (si queremos simplificar podemos hacerla con tres únicas capas de cheesecake) Espero que la prueben!


lunes, 21 de enero de 2019

Cheesecake de calabaza sin horno


Esta es una de las tartas que he preparado para las pasadas fiestas y la verdad es que gustó muchísimo. Lo bueno es que no necesitamos encender el horno para prepararla y que no necesitamos de muchos cacharros para prepararla. Los ingredientes que vamos a necesitar son:



Comenzamos preparando la base de la tarta y para ello trituramos las galletas hasta hacerlas polvo y las mezclamos con la mantequilla derretida. Cubrimos la base de un molde desmontable con las galletas y presionamos con la base de un vaso hasta conseguir una capa del mismo grosor por toda la superficie. Dejamos en la nevera mientras preparamos el relleno. 


A continuación asamos la calabaza. Para ello la pelamos y la troceamos en cubitos pequeños. La ponemos en un recipiente apto para el microondas, la cubrimos con film transparente y la cocinamos entre 13 y 15 minutos a máxima potencia, hasta que quede blandita (cuidado al retirar el film que nos podemos quemar). Trituramos la calabaza y la dejamos a parte para que se enfríe.

Ponemos las hojas de gelatina a remojo en agua fría. Batimos el queso crema con el azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa. Le añadimos la calabaza asada y fría junto con las especias y batimos hasta incorporar todos los sabores.



Calentamos la nata en el microondas y le añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Las removemos hasta que se disuelvan por completo y las incorporamos a la mezcla. Batimos y vertemos en el molde en donde tenemos la base de galletas. Lo dejamos enfriara en la nevera al menos 8 horas (yo lo dejo de un día para otro) antes de desmoldar y decorar con nata montada. 


lunes, 11 de junio de 2018

Cheesecake de Maltesers y Baileys


Mañana celebramos nuestro decimonoveno aniversario de boda y que mejor manera que con una tarta que esté a la altura? Me encantan los Maltesers y si a estos le añadimos una cremosa tarta de queso y un toque de Baileys la cosa solo puede mejorar, ¿no? Te lo puedo asegurar, la cosa mejora mucho y si quieres comprobarlo por ti mismo necesitas los siguientes ingredientes:


Comenzamos preparando la base de la tarta y para ello trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla fundida. Lo vertemos en un molde desmoldable (el mío es de 18 cm) y presionamos con el fondo de un vaso plano para que nos quede una base plana y compacta. Lo llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.


Montamos la nata y reservamos en la nevera. Disolvemos la gelatina en un poco de agua caliente (removemos bien para que se deshaga del todo) Batimos el queso crema con el azúcar y el Baileys hasta conseguir una mezcla cremosa. Añadimos la gelatina disuelta y volvemos a batir para incorporarla. Mezclamos con la nata montada con ayuda de una espátula y haciendo movimientos envolventes. 


Incorporamos un buen puñado de Maltesers y los mezclamos (dejamos algunos para decorar la tarta). Vertemos sobre la base que teníamos en la nevera y dejamos reposar al menos cinco horas en el frigorífico para que coja cuerpo. Una vez la gelatina haya hecho su efecto decoraremos la tarta con  los Maltesers que nos quedaban. Ya tenemos esta delicia lista para probar.



lunes, 18 de diciembre de 2017

Cheesecake de turrón


Ya estamos muy cerca de la navidad y hay que ir planificando el menú. Un buen postre es el colofón perfecto para una comida importante y este delicioso cheesecake de turrón es una opción a tener en cuenta. Para prepararlo vamos a necesitar:


Comenzamos preparando el molde en donde vamos a hacer el cheesecake y para ello lo engrasamos y lo cubrimos con papel para hornear. Forramos el exterior con varias capas de papel de aluminio para que a la hora de hornear al baño María no entre nada de agua.


Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Cubrimos el fondo del molde con esta preparación y presionamos con ayuda de el fondo plano de un vaso para conseguir una base compacta. Lo dejamos en la nevera unos quince minutos mientras preparamos el relleno.


En un bol mezclamos la harina con el azúcar hasta que se integren bien. Trituramos el turrón hasta conseguir una pasta suave. En el bol de nuestra batidora ponemos el queso crema y lo batimos con la pala hasta que quede sin grumos. Le añadimos el turrón triturado y seguimos batiendo. Incorporamos la mezcla de harina y azúcar y batimos hasta integrarlos.


Añadimos los huevos de uno en uno (no incorporamos un huevo hasta que se haya incorporado el anterior) Finalmente incorporamos la nata y batimos suavemente hasta que todos los ingredientes se mezclen. Vertemos la mezcla en el molde y la colocamos en la bandeja de horno. Llenamos la bandeja con agua hirviendo hasta la mitad del molde (más o menos un litro y medio) 


Lo horneamos a 165º durante una hora y cuarto. Una vez pasado el tiempo apagamos el horno y dejamos el cheesecake una hora más dentro del horno sin abrir. Sacamos el molde del horno, quitamos el papel de plata y dejamos enfriar por completo antes de cubrir la tarta con film trasparente y dejarla reposar toda la noche en la nevera. Desmoldamos pasadas al menos seis horas en la nevera y decoramos con almendra crocante. Ya tenemos el postre perfecto para estas navidades.


lunes, 30 de octubre de 2017

Oreo cheesecake


Mi sobrino no es mucho de dulces pero le encantan las Oreo por lo que para su cumpleaños siempre le hago una tarta con estas galletas. Este año tocó una deliciosa cheesecake sin hornear que fue todo un éxito por lo que les animo a probarla. Para hacerla vamos a necesitar:


Lo primero que haremos es  la base de la tarta, para ello trituraremos las galletas oreo en un triturador de alimentos. Una vez que las tengamos trituradas añadimos la mantequilla fundida, mezclamos bien y extendemos sobre la base del molde (yo he usado uno desmontable de Lekue), con la base de un vaso plano aplastamos y nivelamos bien la base de nuestra tarta y reservamos en la nevera mientras preparamos el relleno.


Ponemos el queso crema en un bol, empezamos a batir con una batidora eléctrica, primero a velocidad suave y luego un poco más rápido, añadimos el azúcar en forma de lluvia y el extracto de vainilla, seguimos batiendo un poco más. Luego añadimos la nata bien  fría y batimos hasta que quede bien montada.


Partimos en trozos las galletas oreo, no excesivamente pequeñas para que se noten en la tarta, las ponemos en la mousse y mezclamos con movimientos envolventes para  que no se baje. Pasamos la mousse al molde que tenemos preparado con la base y repartimos bien por todos lados dejando la parte superior lisa. Llevamos a la nevera al menos ocho horas para que la tarta se enfríe bien.


para decorar preparamos una ganaché fundiendo el chocolate junto con la nata. Dejamos que se atempere. Desmoldamos la tarta y cubrimos con la ganaché. Dejamos que caiga chocolate por los bordes de la tarta. Terminamos la decoración con un poco de nata montada y mini oreos. Listo!